different class [pulp, 1995],
algo cambió.
que tengas reticencias a la carrera en solitario de un músico suele ser consecuencia de que el grupo al que perteneció te gustó mucho, y ya te da por pensar que cualquier otra cosa que haga ese músico no va a ser tan buena ni va a tener ese noséqué que tanto te enganchó, o quizás sea lo contrario y lo que pasa es que uno (que en el fondo es un poco cobardica) teme que lo nuevo sea mejor que lo anterior, lo que ya conoce y tanto le gusta, igual que cuando tú no quieres saber nada del nuevo chico de tu ex ni de qué tal es su relación o si los dos coinciden también en que los impresionistas son idiotas.
es por eso que leo en lanadadora que jarvis cocker saca nuevo (segundo) disco en solitario y me entra un poco de regomello que, ya lo sé, no tiene razón de ser, y más si tenemos en cuenta que ni yo descubrí ese grupo tan pronto ni he escuchado todavía su primer disco en solitario.
todo por culpa de pulp y londres a partes iguales, por culpa de la portada de different class.
y es que se me ocurre que jarvis cocker puede no ser capaz de repetir aquel disco de crowded-portada y 12 canciones en el que en unas amenaza al high class inglés sin miramientos mientras en otra se va directo al bar italia, donde siempre, a salir del sótano oscuro y con goteras donde tiene el pobre jarvis el corazón porque su vecina no le hace ni caso (disco2000), porque todos sabemos que las penas con pan son menos, y los bocatas de mozzarella y las tartas del bar italia curan cualquier descosido cardíaco.
eso y más es different class, jarvis riéndose de una niña pija que sueña con ser de clase obrera en common people, jarvis hablando de su vecina y compañera de clase que iba por sheffield con el nombre equivocado (porque por muy guapa que fuese Deborah, ese era un nombre que no le iba nada), y a lo mejor en el año 2000 se reencontraron en la plaza del pueblo y jarvis se lo dijo todo (disco2000).
por eso uno siente un poco de regomello con toda esa idea entre pulp y jarvis cocker, porque con different class, al fin y al cabo, algo cambió, para bien y para mal, y ya sólo queda no ser cobardica y escuchar a jarvis en solitario por fin.
y de paso preguntarle si el nuevo chico de su ex también piensa que los pintores impresionistas son todos idiotas.