viernes, 28 de septiembre de 2012



Tallulah [Allo Darlin', Europe].


El segundo disco de allo darlin' tiene nombre de continente, porque eso tan grande es lo que Morris considera ahora su casa.

A todos nosotros ahora nos pasa lo mismo, que ya no tenemos muy claro dónde está nuestro lugar, ni si es momento de volver a marcharnos para encontrar el sitio que nos corresponde, mientras otros que ya se han ido nos cuentan cómo nos ven desde otros países, y qué tal es el clima que nos espera si nos lanzamos.
Por eso llevo unos días escuchando sin parar a Morris hablar de momentos pasados que tú sabes que son de hace ya casi cuatro años, tú al volante de tu viejo coche de segunda mano dejando piezas por la carretera, ella buscando en la guantera uno de los CDs que sabe seguro que grabó.


Morris podía estar en ese exacto momento haciendo lo mismo, destartalando una furgoneta por inglaterra bajo una lluvia como la que hoy limpia Madrid, y a lo mejor fue ese día cuando encontró el Tallulah en la guantera y empezó a fabricar el mismo relato para ti y para ella, y para todos nosotros.
Cuatro años después todo vuelve de golpe al doblar una esquina, incluso vuelve Allo Darlin', a pesar de que en aquel viaje en coche ni si quiera existía, te topas con ella que te sonríe, que se nota que ha estado de copas porque un par han acampado pachonas en sus mejillas.


Así que estáis de nuevo en un coche de segunda mano que se va viniendo abajo escuchando alguna radiofórmula, y sonríes con la confianza del que sabe que sólo ve doble si pierde una lentilla y de sus mejillas color viernes, hablando del tiempo que hace en Madrid y de lo bueno que ha sido encontrarse.
Empiezas a pensar que a lo mejor en ese momento a Morris le está pasando lo mismo en un viaje de vuelta a Australia, y aunque seguro que su conversación iría sobre viejos murciélagos de la fruta, la vuestra se centra en tu viejo Focus y en las piezas que se fueron perdiendo por el camino.


Y en que a lo mejor toca volver a irse a sitios más húmedos y fríos tal y como está el panorama, con tópicos sobre lo que pasa en Madrid estos días.


Conversaciones cordiales que no dicen que te hubiese gustado que Allo Darlin' ya hubiesen tenido dos discos durante aquel viaje del 2008, y que te hubiese gustado que el CD de la guantera hubiese sido el suyo.

Que ya entonces te preguntabas si habrías conocido a toda la gente importante que tenías por conocer, o si habías escuchado ya todos los discos que iban a merecer un sitio entre tus costillas.

Pero menos mal que Morris encontró al final el Tallulah en su furgoneta y que ella encontró el recopilatorio de The Magnetic Fields en la guantera de tu coche de segunda mano.

Al final tú te has ido contento, pensando que ella ha estado de vinos por alguien y a lo mejor ese alguien eres tú.


Y que cómo te alegras de que Morris escuchase a los Go-Betweens en su furgoneta el mismo día que ella ponía el CD de The Magnetic Fields en tu coche desmontable.

Contento de saber que ni entonces ni ahora crees realmente que ya no haya más canciones por escuchar, y muy contento de que las únicas piezas que se perdiesen en aquel viaje fuesen las de tu Focus.




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